lunes, 29 de julio de 2013

Evolution = Evolucion

     Hermoso día de primavera, como para salir a dar un paseo en bicicleta y tomar fotos de mis mejores modelos: los paisajes y las flores. No sé cuántos miles de fotos he tomado hasta hoy. Al principio las hacía en las máquinas tradicionales, pero ahora la maravilla de la tecnología nos pone a la mano la máquina digital. Estando en un país exportador de tecnología es inevitable sucumbir ante el avance vertiginoso que se experimenta día a día. En lo posible hago lo que puedo por no rendirme ante ella, pero corro el riesgo de quedar desfasada, y eso, para mi trabajo es un elemento negativo. Así que, querramos o no, tenemos que renovarnos y adecuarnos a las novedades del nuevo siglo. Como dijo Charles Darwin: “Organismo que no se adapta, muere”. 

     Traigo a colación el tema porque justamente ayer domingo estuve viendo un programa de la televisión japonesa que me gusta mucho: “Itte Q” en el cual destaca la “shinshu hunter”, Ayako Imoto, una japonesita que recorre el mundo haciendo reportajes sobre animales, costumbres, etc. Desde que empezó a salir en ese programa me gustó por su espontaneidad, capacidad de trasmitir, y hasta por sus fallas porque eso nos hacía (y nos hace) identificarnos con ella. En realidad no es un programa de corte formal, sino más bien es un programa de entretenimiento en el que cosas educativas se presentan con rasgos de humor (aunque actualmente es más de entretenimiento). Ayako Imoto aparece con las cejas grotescamente pintadas, ese es su “trade mark”, y lo que atrae también a los niños. Indudablemente: ‘¡entretenimiento y educación son una gran combinación!’.
 
     En el programa de ayer pasaron sobre las Islas Galápagos y los cambios que se están observando en los animales y plantas que hay allí. Por ejemplo: las pencas que han mutado y ya no permiten a las iguanas subir y alimentarse de ellas; las iguanas ahora tienen que esperar abajo a que caigan partes comestibles de ella, pero como la ‘espera desespera’, y ante la falta de alimentación permanente, las iguanas han empezado a sumergirse en el mar y buscar en ellas el alimento tan escaso sobre la superficie de la isla. ¡Que tal evolución! Y como una mutación origina otras, ahora han aparecido ¡iguanas híbridas! Sí, se acaban de encontrar solo cinco en toda la isla aún sin reproducirse. Como vemos, todo evoluciona, todo cambia en esta vida, así que nosotros también tenemos que hacerlo. Una sociedad no puede cerrarse ante los cambios de época, ante los cambios tecnológicos, es decir, hay que movernos y abrirnos al mundo. Los inmigrantes que muchos discriminan con vehemencia son los que dan vida e impulsan a las sociedades consideradas avanzadas ya que les dan variación y vienen trayendo nuevos conocimientos –algunos ancestrales- que mezclados a los ya existentes pueden hacer florecer nuevamente a un país en decadencia. En fin, las fronteras las inventó el hombre, pero donde nadie puede poner fronteras es en el de las ideas, en los pensamientos y en los sentimientos.
    
     Hay un pensamiento japonés que dice: “El agua que no se mueve, se abomba (o se pudre)”, y esto se puede aplicar a todo. Pero no lo tomemos al pie de la letra, quiero decir, no piensen que estoy diciendo desde mañana todos abandonen su país y salgan a viajar por el mundo. No, no me malinterpreten. Saquémosle la esencia a ese dicho e interpretémoslo (valga la redundancia) en su real dimensión. Lo que implica es que hay que intercambiar ideas, opiniones, costumbres, comidas,…..en resumen, científicamente hablando tratemos de ser un sistema abierto no cerrado; y humanamente hablando seamos eso, más humanos y más sabios para poder hacer honor a nuestra especie: “Homo sapiens”. Como dice la canción de Roberto carlos: “Yo quisiera ser tan civilizado como los animales…..”

     Bueno, dentro de lo que uno aporta a otros países y como parte de mi ‘amplio bagaje gastronómico’ –por supuesto que es en broma ya que tengo 0 en cocina y hasta al cuchillo le tenía miedo- y creo que lo poco que aprendí de mi madre sobre cocina, y que los fines de semana o algunas noches hace que mi cocina se convierta en un laboratorio y experimente lo que se puede preparar aquí con los ingredientes que se encuentran es la preparación del sancochado. Lo disfruto durante todo el año pero especialmente en invierno porque calienta el cuerpo como no se imaginan. Es mi clave de supervivencia a temperaturas a bajo 0 grados o cercanas a ella y aunque no lo crean lo probó un amigo japonés que es “cheff” y le gustó y lo agregó en el menú de un restaurante. Aquí les dejo la receta de mi “sancochado” al estilo de Bengoshi. Sí, porque la verdad no es igual en todas partes. Esta comida peruana -a mi parecer la más completa y nutritiva- es la que hace que mis neuronas -hasta antes de comer el sancochado lentas, cojas, algunas con vendaje y con bastones- se regocijen, se revitalicen y levanten las dendritas o dentritas, tiren los bastones y vendajes y corran, salten, se den volantines ..y mis celulas somáticas me lo agradezcan curándome con más rapidez de las enfermedades que nunca faltan.

SANCOCHADO ESTILO BENGOSHI

–INGREDIENTES–

- Medio kilo de carne de res (vaca), pero si encuentra huesitos también póngalos, así les extrae la sustancia al hervir. (Aquí no hay, por eso solo le pongo carne).
-Una zanahoria pequeña, un nabo pequeño, un pedazo de zapallo, todos picados en forma alargada ni tan delgada ni tan gruesa.
-Un puñadito de lentejas verdes secas, o si es que lo tiene, garbanzo remojado del día anterior, o habas frescas (cualquier legumbre es buena). A veces le pongo la lenteja marrón seca tambien, es especial para los que tienen la hemoglobina baja.
-Un choclo (maíz blanco fresco y tierno).
-Dos papas o medio kilo de yucas peladas y picadas en trozos de mediano tamaño.
-Col o repollo, cortado en pedazos grandes.
-Una ramita de apio, un poco de poro o puerro (si no los tiene no importa, pique un pedazo de cebolla roja o blanca).
-Un puñadito de arroz, pero si lo tiene ya cocido lo agrega al final junto con el repollo.
-Sal y orégano (opcional) a gusto. 
 
–PREPARACION–
 
-Ponga un poco de agua en una olla y agregue la carne picada en trozos pequeños y antes de que empiece a hervir quite esa espuma marrón que aparece en la superficie del agua (esto ocurre a los 15 minutos más o menos dependiendo del fuego).
-Agregue agua hasta la mitad de la olla más o menos y agregue las verduras y legumbres (si es posible agregue el zapallo unos 10 minutos después que las demás porque es más suave). Deje hervir a fuego medio por unos 45 minutos o hasta que las verduras y legumbres estén cocidas (esto depende de la temperatura). No se olvide de mover de vez en cuando.
-Adicione las papas o yucas y déjelos hervir por unos 20 minutos o hasta que estén cocidos.
-Agregue la col o repollo, un poco de arroz cocido y un poquito de cebolla picada, deje por unos 10 minutos o hasta que la col esté cocida. Finalmente, agregue sal a gusto y orégano.
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     Pues bien, espero que le salga bien su ’sancochado’, tal vez la primera vez no le salga como usted lo desea, pero fallando se aprende. O que no le pase como a mi prima quien le dice a su esposo cuando no le sale la receta: ‘Amor, le puse de todo pero no sé que le faltó’, y él le responde riéndose: ‘Te faltó ganas!’. ¡Una noche estrellada para todos!

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